Desde que la pandemia hiciera acto de presencia, hace ahora un año, las empresas se han visto obligadas a modificar prácticas, procesos y relaciones laborales. Nuestra forma de trabajar, de comunicarnos e incluso de relacionarnos han cambiado, y en este nuevo “encaje de piezas”, la comunicación corporativa y la figura del líder se han alzado como piezas clave a la hora de abrazar el cambio y crear nuevas oportunidades.
En el ámbito empresarial y ante una crisis sanitaria sin precedentes, el líder ha debido reinventarse para seguir inspirando, motivando y cohesionando a los equipos y transmitir a la vez, la confianza y la tranquilidad que estos últimos meses requerían por parte de las compañías. Todo ello en un contexto de cambio, donde la innovación, la capacidad adaptativa, la resiliencia y la flexibilidad también han demostrado ser habilidades clave ya no solo a nivel individual, como profesionales, sino como empresas. Unas empresas llamadas a acompañar a sus empleados y a sentar las bases de un nuevo escenario laboral, donde las formas de proceder, relacionarnos y comunicarnos también se han visto modificadas interna y externamente.
Hoy analizamos los retos y oportunidades que ese nuevo contexto representa para profesionales y empresas. Y para ello, hemos tenido el placer de contar con la opinión de Xavier Marcet, consultor experto en estrategia, innovación y emprendimiento corporativo. Desde 2002 Marcet ayuda a empresas, universidades y administraciones a desplegar modelos de innovación orientados a obtener resultados y ha desarrollado consultorías internacionales en más de 20 países de Europa y América, en empresas como HP, Sony, Arauco, Grupo Suez, Repsol, Banc de Sabadell o Seat.
Profesor de la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona School of Management) y autor de varios libros sobre liderazgo e innovación, Marcet es Presidente Fundador de la Barcelona Drucker Society y Presidente de Lead to Change (Barcelona – Madrid – Boston y Santiago de Chile).
Xavier Marcet es también colaborador habitual (en temas de management) de El Periódico, La Vanguardia y del Blog Sintetia e imparte clases en distintas escuelas de negocio y universidades de España y Latinoamérica, y numerosas conferencias al año sobre temas de innovación y emprendimiento.
«No hay innovación sin riesgo, pero el gran riesgo es no innovar.» Esta es una de las frases que encabezan su carta de presentación. ¿Cobra más sentido que nunca tras el profundo replanteamiento de procesos, prioridades y relaciones que ha traído consigo el Covid19?
En muchos sectores será así, hay sectores para los que el Covid les ha despertado en una distopía: sentir el abismo de no tener clientes por un tiempo te debería cambiar para siempre. Para muchas empresas se han dado realidades que no entraban ni en los escenarios más adversos. La innovación es una forma de regular nuestra capacidad de adaptarnos al entorno creando nuevo valor para nuestros clientes. Innovar es muy difícil, pero no innovar es temerario.
«La innovación es una forma de regular nuestra capacidad de adaptarnos al entorno creando nuevo valor para nuestros clientes.»
¿Qué otras acepciones de la palabra ‘innovación’ se han puesto más en valor que nunca en el contexto actual?
Creo en la innovación abierta y colaborativa, por puro sentido común. La innovación necesita inspirarse en talento propio y talento ajeno, en retos propios y los mismos retos desarrollados de otro modo o en otros sectores. Con la innovación es más fácil hacer talleres y atiborrarnos a metodologías, que dar resultados. Los talleres, el design thinking o el business model canvas nos ayudan mucho, pero que nadie espere resultados mágicos y mecánicos. Innovar es explorar, con una puerta que abre la creatividad y un proceso que define la disciplina, el esfuerzo y la persistencia.
«La innovación necesita inspirarse en talento propio y talento ajeno, en retos propios y los mismos retos desarrollados de otro modo o en otros sectores.»
¿Qué prácticas empresariales ha cabido desterrar definitivamente?
Algunas. Las que solamente piensan en el corto plazo. Un señor que no era nada antisistema decía que la idea más tonta del mundo es maximizar el valor para los accionistas olvidando todo lo demás. Las peores prácticas se dan en negocios que se ven como artefactos de especulación. En cambio, las mejores se dan en aquellas que se ven como una comunidad de personas alrededor de un propósito. Para las empresas la sociedad es importante, para los negocios, no.
«Las mejores prácticas se dan en aquellas empresas que se ven como una comunidad de personas alrededor de un propósito.»
Las relaciones laborales, así como las formas de atraer y fidelizar al talento, también han tenido que adaptarse al escenario actual. ¿Diría que el tejido empresarial de nuestro país ha pasado el examen con nota?
Ha habido sobre todo un debate en torno al teletrabajo, que ha sido una plataforma de salvación para mantener las empresas activas y va camino de ser una exageración. Lo importante en el futuro es tener empresas más flexibles, más ágiles para poder hacer lo que las empresas deben hacer: explotar nuestros portfolios y explorar las oportunidades futuras.
«Para muchas empresas se han dado realidades que no entraban ni en los escenarios más adversos.»
¿Y qué hay del liderazgo? ¿Cómo ha debido reinventarse?
Los líderes son los responsables de crecer haciendo crecer a los demás. Fijar una visión y dar ejemplo de cómo transitar hacia ella. Liderar es servir, no es servirse. Una organización con liderazgo avanza con más fluidez hacia el futuro que una organización sin liderazgo, donde cualquier cambio se vuelve farragoso.
«Los líderes son los responsables de crecer haciendo crecer a los demás. Liderar es servir, no es servirse.»
En cualquier estrategia que se precie debe existir un propósito, ¿no es así? Dicho de otra manera, ¿por qué es clave desplegar modelos de innovación orientados a obtener resultados, tal y como usted sugiere a las compañías a las que acompaña desde hace tiempo?
El propósito es la brújula de porqué existimos. Es la brújula de porqué hacemos lo que hacemos y porqué queremos innovar dónde lo queremos hacer. El propósito es lo que nos hace ofrecer nuestro porfolio de hoy y lo que nos hace innovar para tener sentido mañana.
«Las organizaciones con un propósito desdibujado por la inercia, o no innovan o lo hacen sin sentido ni persistencia.»
¿Cómo se deben orquestar las capacidades que reúne una empresa (empleados) y las oportunidades de mercado para hacer que un proyecto llegue a buen puerto?
Con compromiso, con agilidad. Con mucha empatía con los clientes. Sin preguntar nada. Observando. Proponiendo. Presentando los primeros prototipos. Escuchando. Iterando. Volviéndolo a presentar a los clientes. Escalando.
«Una organización con liderazgo avanza con más fluidez hacia el futuro que una organización sin liderazgo, donde cualquier cambio se vuelve farragoso.»
En “Esquivar la mediocridad” (Plataforma Editorial, 2018) citaba la imposibilidad de gestionar el talento de sus trabajadores como uno de los factores que pueden llevar a una empresa a la mediocridad. ¿Por qué cabe seguir apostando por las personas, pese a la creciente automatización de nuestro entorno?
Porque son las personas las que dan sentido a las empresas. Un negocio lo puedes montar con máquinas. Pero una empresa son personas alrededor de un propósito que luchan por crear valor diferencial para los clientes y que deben tener como norte crear valor corporativo y crear valor social a la vez.
«Son las personas las que dan sentido a las empresas.»
¿De qué otras maneras prevén que este 2021, año todavía de recuperación, nos rete a seguir innovando tanto de manera individual como colectiva? ¿Cree que profesionales y empresas seremos lo suficientemente resilientes y flexibles para concebir el cambio que tanto nos asusta como oportunidad?
Aprender a ver la vida como una sucesión de oportunidades a construir no es una ingenuidad. Es algo que puede llevar tiempo. Las oportunidades no son ocurrencias y se dan incluso en medio de la adversidad. Hay casos dramáticos empresarialmente hablando, como lo que sucede con todos los negocios de la presencialidad, pero incluso en momentos tan duros hay quien no deja de pensar cómo poder volver mejores, más inspirados, más preparados para incrementar la experiencia de los clientes.
«Aprender a ver la vida como una sucesión de oportunidades a construir no es una ingenuidad.»
Si hay algo que han demostrado los últimos meses, es que nada de lo que nos rodea es inamovible. Si la pandemia global ha llevado a las empresas a modificar prácticas, procesos y relaciones laborales, nuestra forma de comunicarnos e incluso de relacionarnos también se han visto modificadas. Así, percibir la innovación y gestionar la comunicación corporativa desde una óptica distinta, se hace imprescindible hoy.
Xavier Marcet tuvo la amabilidad de ampliar nuestra charla compartiendo con nosotros interesantes reflexiones acerca de la importancia que ha cobrado la comunicación corporativa y el liderazgo empresarial en el contexto actual.
Nuestro más sincero agradecimiento a Xavier Marcet por compartir generosamente con nosotros su visión en el contexto actual. Una experta aportación que siempre resulta inspiradora 🙂
Últimos libros publicados:
- Cosas que aprendemos después (Plataforma Editorial, 2010). Las escuelas de negocios no lo enseñan todo. Cosas que aprendemos después, constituye una invitación a pensar dirigida a todos aquellos que se enfrentan a los retos de liderar, cambiar y orientar las organizaciones.
- Innovación Pública (RIL Ed. 2013). Este libro se enmarca en una tendencia que está teniendo cada vez más fuerza y presencia en la búsqueda de los gobiernos por mejorar y optimizar sus recursos y servicios.
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Esquivar la mediocridad (Plataforma Editorial, 2018). Xavier Marcet presenta en esta obra reflexiones nacidas de muchas horas de entrevistas, reuniones, sesiones de trabajo con empresas y universidades. Este libro es la crónica de un esfuerzo por llenar de sentido y autenticidad las agendas profesionales. Pensamientos inspiradores que surgen del deseo de transformar organizaciones y convertirlas en algo que valga la pena, algo que esquive la mediocridad.
Imágenes: Xavier Marcet.