Verano es la época del año que más festivales de música y artes escénicas congrega. Con la llegada de las vacaciones, toda ciudad y pueblo que se precie tiene su festival, y el que no tiene un festival, tiene una fiesta mayor, en la que la afluencia de público se convierte en un aspecto en el cual la organización del evento debe poner un foco especial de atención.

Desde las tragedias de festivales como el Love Parade en Alemania o la fiesta de Halloween del Madrid Arena, los organizadores de este tipo de eventos han tenido que endurecer y revisar las medidas de seguridad y control de acceso a los recintos donde se celebran los festivales, sobre todo los de música.

La Generalitat Catalana ha puesto en marcha el proyecto Q de festa! que es un distintivo que reconoce a aquellos espacios de música y baile que cuentan con recursos y servicios relacionados con la salud, el bienestar y la calidad. Este proyecto tiene como objetivo la prevención y la reducción de riesgos en el contexto del ocio nocturno. Podéis consultar aquí los requisitos exigidos por la Generalitat a todo este tipo de eventos musicales y festivos.

En cuanto a los festivales, siempre se coordinan los responsables de la seguridad de la empresa privada con la que trabaja la organización del festival con los efectivos de Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil y Sanidad.

Pero en cuanto a las fiestas mayores de los pueblos, este año encontramos el ejemplo de La Tomatina de Buñol, cuyo Ayuntamiento cobra este año por primera vez una ‘tasa’ de entrada a toda persona no empadronada en el municipio, con el objetivo de controlar la afluencia de público y garantizar la calidad de la fiesta, convirtiendo así también su fiesta mayor en un festival de verano, con música, muchos tomates y seguridad garantizada a todos los participantes.

De una forma o de otra, la organización de eventos ha de tener siempre como uno de sus principales objetivos la seguridad de los asistentes. Este es un capítulo muy importante de la producción de eventos y al que quizá no se le presta toda la atención que se debería. Por eso, desde Event Think hacemos un llamamiento a todas las empresas organizadoras de festivales multitudinarios y a los responsables ,tanto de estas empresas como de las administraciones públicas que promueven todo este tipo de festivales veraniegos, para que no dejen de mirar con lupa todos los detalles referentes a la seguridad de su evento. Que la diversión no cueste nunca más la vida a una persona.